Entrada destacada

Tiendas en las que encontrar Lirio de Sangre

He empezado a llevar Lirio a las tiendas a las que tengo acceso y voy a hacer una lista para que sepáis dónde podéis pillarlo. AVISO: Só...

lunes, 28 de abril de 2014

Rueda de Prensa II (6ª parte)


Inicio: Rueda de prensa II (1ª parte)
Anterior: Rueda de prensa II (5ª parte)


-Nos quedan tres preguntas para terminar la rueda de prensa -informa la Escritora-. Así que, si no ocurre ninguna catástrofe dialéctica, terminaremos hoy. Sed concisos, por favor.

-Como siempre -interviene Bufo y ella le dedica una mirada de advertencia que quiere transmitir "Primer aviso, de momento me lo voy a tomar bien"-. ¿Hay pregunta hoy para mí?

-No.

-Lástima, hoy hablaré algo menos.

Las cejas de la Escritora se alzan unos milímetros. "Segundo aviso, cállate ya."

-Vale, vale.

-La primera pregunta del día va para V.

-¿En serio? -interrumpe el aludido-. Cómo mola. ¿Quién está interesado en mí? ¿Es una tía?

-Sí.

-¿Está buena?

-Ahora se levantará y podrás evaluarla tú mismo. Pero te aviso que está pillada.

-¿Y?

-Es más, está casada.

-¿En serio, tan vieja es? -exclama espantado.

La Escritora niega para sí misma y suspira.

-¿Me dejas que te presente?

-Sí, sí. Joder, que aquí vienen hasta tías casadas -añade con un murmullo traumatizado.

-A V, este niñato imberbe, pelirrojo y con cara de cabroncete...

-¡¿Qué me has llamado?!

-Apuesto que te enajenas porque no conoces la palabra "imberbe".

V hace una mueca ambigua.

-Significa que todavía no te ha salido la barba.

-¡Eh! Que sí que tengo unos pelillos por aquí...

Con gesto de la Escritora, se queda un mudo.

-Como iba diciendo, este niñato imberbe, pelirrojo, con cara de cabroncete y empeñado en que le llamemos simplemente "V", aparece como secundario en Una Terapia Peligrosa.

El aludido se las apaña para escribir un cartel donde pone "Helena, yo te metía de todo menos miedo". Y luego, debajo y más pequeñito "Bueno, miedo puede que también." La mencionada le revienta el cartel usando su destructivo poder y después lo amenaza con hacerle lo mismo en la cara. V levanta las manos en señal de rendición, pero sonríe pícaro y malicioso.

-Ya he mencionado anteriormente que los personajes principales de Terapia son Helena Raez y Kielan Kreuz. V aparece principalmente para tocar las narices.

"Yo quiero tocarle las tetas a Helena" dice el nuevo cartel del niñato imberbe. Dos segundos después está colgado al estilo de los presos en Redención, atado por las muñecas y los tobillos. Aun así, si uno sabe leer los labios, puede leer en los de V "Cómo me pones cuando vas de dura".

-Purga, calma. Déjalo vivo hasta que responda. Luego ya te permito que le hagas lo que quieras, aunque dudo mucho que le asustes. Bien, ahora que hemos hecho las presentaciones, Kastarnia, puedes preguntar.

Se pone en pie Kastarnia, también conocida como la "delicada damisela fácilmente perturbable", y baja la mirada algo sonrojada.

-¿Has pensado algún día dejar esa vida y formar familia? -pregunta algo insegura.

La Escritora hace un gesto para devolverle la voz a V y liberarlo de las cadenas.

-¿Tienes algo que responder a eso? -quiere saber la Jefa.

-Pues que, cuando me has dicho que estaba casada, no me había imaginado que estuviera tan buena. Y que haya un marido en alguna parte me da morbo -ronronea dedicándole una mirada lasciva a la chica puesta en pie.

Kastarnia se turba violentamente y se tapa la cara.

-V, responde a la pregunta -lo regaña la Escritora.

-¿Cuál? No le he prestado atención, estaba mirándole las tetas.

La Jefa suspira resignada, maldiciendo internamente a los personajes salidos e impertinentes.

-Que a ver si tienes pensado dejar esa vida y formar una familia -repite recostándose en el atril.

A V le da la risa floja.

-F-Formar unajajajaja... Ay, qué chorrada más grande.

-¿Eso es un no?

-¡Pues claro! ¿Para qué voy a querer yo críos? -contesta con desdén, algo de desprecio y una pizca de pánico.

-Ya lo has oído, Kast, ni se lo ha planteado.

-¿Y con lo de "dejar esta vida" qué quería decir? ¿Suicidarse? -interviene V frunciendo el ceño.

-Mira que eres cazurro. Se refiere a que dejes de comportarte como un maldito criminal y de tirarte a cualquier cosa con dos tetas.

-¡Eh! A esos tíos tan gordos que tienen tetas yo ni me acerco -salta ofendido, pero enseguida sonríe burlón.

-Pues eso. Asumo que también "no" para eso.

V se encoge de hombros.

-En ese caso, siguiente pregunta.

-¿Y no podría montar una familia de esas, pero seguir con "esta vida"? -plantea el pelirrojo-. Ya sabes, en plan mafia.

-Si la montas con Tifa, seríais una familia desequilibrada y disfuncional la mar de maja, los niños esconderían navajas dentro de los peluches y esas cosas.

V mira a la Escritora con cara de "qué te has fumado".

-Bien. La segunda pregunta es para...

-Espera, ¿vas a dejarlo así? -interviene Bufo y la interrumpida suspira largamente-. ¿No vas a decirle nada a la señorita de sonrojo fácil?

-¿En plan "La de rojo que te cojo"? -tanteó V.

-No, para responder a la pregunta -contesta con paciencia el preso.

-No hay nada más que decirle. No y no. Ah, y que si luego quedamos para tomar algo -propone con con un rápido y repetido alzamiento de cejas dirigido a Kastarnia.

Bufo agarra a V para acercarlo y susurrarle algo al oído. Mientras, la delicada damisela mira a todos lados y juega nerviosa con sus manos, sin saber qué responder a la indecente proposición.

-Ah, mira. Pues no se me había ocurrido eso -admite el pelirrojo componiendo una amplia y maliciosa sonrisa.

En cuanto Bufo lo deja libre, V salta por encima de la larga mesa que separa lectores de personajes.

-¡Eh! ¡Está prohibido cruzar! -le grita la Escritora, pero el loco de navaja fácil ya está a dos zancadas de Kastarnia, que no sabe dónde meterse-. Maldita sea, Bufo, no les des ideas al resto de pervertidos.

-Es que le falta entrenamiento -contesta divertido el hombre verde azulado.

La delicada damisela está petrificada, preguntándose seguramente que dónde estarán los de seguridad. Lo que no sabe la pobre es que aquí no hay de eso. Es un sálvese quien pueda y que gane el más loco.

-Me hablas de formar una familia -sisea V con una amplia sonrisa zorruna-. ¿Por qué no me enseñas tú que tienes experiencia? -propone acercándose más.

Pero de repente una chica joven con mechas moradas en pelo rubio sucio lo agarra de un brazo, se lo retuerce y lo manda hacia la mesa de separación.

-Con que ahora te van las tías reales, ¿eh? -le gruñe Tifa con hostilidad.

-¿Celosa, puta? -contesta V incorporándose.

Pero ella es más rápida, le practica una dolorosa y férrea llave y lo expone bocarriba.

-¡Krah! -grazna un cuervo salido de la nada y directo a picotear al pelirrojo.

-¡No, este bicho no! ¡Tifa, suéltame o te mato! -chilló rasgándose la voz y la aludida compuso una mueca sádica mientras lo sujetaba bien-. ¡Maza, bicho del Infierno! ¡Largo! ¡LARGO!

Pero el cuervo llamado Mazapán se ha aferrado con las garras al pantalón del chaval y con el pico le está bajando la bragueta.

-Te vas con tantas tías que no das a basto -comenta Tifa con falsa pena-. Te la dividiremos en muchos trocitos para que repartas -añadió con una risita perversa.

-¡Puta envidiosa, eso es lo que eres!

-Pero no lo desgraciéis, que nos quedamos luego sin fiesta -aporta Adaya, un personaje de relativamente reciente creación.

-Tranquila, Tintas, le quedarán todavía muchas partes con las que darnos fiesta -prometió mientras soportaba los embates de un V cada vez más furioso e histérico.

-Venga, chicas, echaos a suerte en qué orden os lo tiráis. Pero no aquí, como mínimo, meteos debajo de la mesa.

Tifa pega un tirón y acaban los dos en el suelo, por el lado de los personajes. Adaya se acerca emocionada y se agacha con una risita. Mazapán, el cuervo castrador, ha desaparecido.

-Bien, pues si ya hemos terminado con la primera pregunta... -prosigue la Escritora, haciendo oídos sordos a las quejas y juramentos que llegan de V desde debajo de la mesa- pasemos a la segunda, que es para... -le echa un vistazo a sus notas-. Oh, joder -suspira pasándose una mano por la cara-. En fin. La siguiente pregunta es para Klakla.

-Klaah -dice la aludida surgiendo de entre la amalgama de personajes para ir a subirse a la larga mesa en posición rana-. ¿Klah? -añade girando la cabeza unos perturvadores 180º para mirar a la Jefa-. ¿Yo?

-Sí, para ti -carraspea, procurando no dejarse llevar por la grima que producía el movimiento antinatural del cuello de la Loca Suprema-. Voy a presentarte. A Klakla la conoceréis por Cuando menos te lo esperas y...

-Jah -interrumpe Bufo exudando sarcasmo y un poquito de veneno.

-Klaaaah -se lamenta la mencionada con carita triste y morritos-. ¡Sapito! ¡Mora! -añade con entusiasmo y sonrojo, olvidándose de su arrepentimiento.

-Quieta ahí -ordena la Escritora y Klakla se queda quieta, es más, paralizada, en pleno salto hacia su amado.

-¿Klah?

-Sí, quédate ahí un momento. También la conoceréis por Eres Leyenda -añade la Jefa para el público-, relato que ahora está siendo revisado, por cierto. Y si vuelves a la mesa, dejo que te hagan la pregunta ya.

Klakla se rebobina y vuelve a colocarse en pose rana mirando a la Escritora.

-Adelante, Okupa.

Una joven ya bien conocida por aquellos lares se pone en pie.

-¡Me gusta su pelo! -exclama la Loca Suprema pese a que no sean blanco y repeinado.

-¿Por qué será? -se escucha comentar con sarcasmo a Bufo.

-Quiero preguntarle a Klakla por qué está obsesionada con el sapito. Y qué opina de que mire a otras mujeres -se pronuncia la Okupa.

-¿Obsesionada? -repite la cuestionada con una carita adorable que transmite que no tenía ni idea de qué habla.

-A mí me parece que su amor es puro y verdadero -fangirlea Loidoria ondulando de emoción.

-Puuuuuro y verdadeeeeeero -corrobora Klakla y salta de la mesa para ir a achuchar a su príncipe azul, nunca mejor dicho.

-¿Ya está? ¿Eso es todo? -le reprocha la Escritora.

-¿Hmmm? -contesta al tiempo que empieza a achuchar a su amado un poco demasiado fuerte.

-Afloja un poco -pide Bufo con voz ahogada.

-Vale, muy bien. No estás obsesionada, simplemente tu amor es puro y verdadero -resume la Escritora y Klakla asiente felizmente conforme-. ¿Y qué respondes a la segunda pregunta?

-Tampoco hace falta que nos pongamos a responder a todo -logra decir el hombre azulado, algo más azul de lo habitual.

-Mi sapito NO mira a otras mujeres -declara con rotundidad-. ¿Verdad? -añade con una sonrisa inquietante.

-¿Yo? ¿Mirar a otras mujeres? ¡Para nada! Por favor, ¿qué os creéis que soy, un depravado de empalme fácil? -contesta con apabullante ironía.

Hay carcajadas en ambos lados de la mesa.

-Pues eso -dice Klakla abrazándolo con brazos y piernas.

Bufo mira a la Escritora y se encoge de hombros todo lo que el cepo que es su novia se lo permite. No hay nada más que decir.

-¿Qué, Okupa, quedas satisfecha con la respuesta? -plantea la Jefa recostándose contra el atril.

La Okupa hace un gesto ambiguo y poco convencido.

-Ya, que no sabes qué contestar. La próxima vez, elige a otro personaje, ya me entiendes -le recomienda devolviendo la mirada a sus notas-. Pues, nada, la tercera pregunta es para... -hace un alto y mira a la gente ante ella-. Sorprendente, ¿nadie va a interrumpirme?

Klakla le está dando tantos besitos a Bufo que, además de no dejarle meter cizaña, parece que quiera esculpirle una cara nueva. Los demás miran, parpadean y se rascan de vez en cuando, como si fueran una animación de bajo presupuesto.

-Estupendo. La tercera pregunta es para Kielan Kreuz. ¿Y qué clase de pregunta es ésta? En fin, qué más da -suspira-. A Kielan lo conoceréis por, en orden cronológico, Eres Leyenda, Una Terapia Peligrosa y Lirio de Sangre - Odisea. ¿Bien, sin quejas?

-Sí, yo me quejo de que el Doctor tenga más escenas calentorras que yo -interviene Bufo, soportando estoico que Klakla se le cuelgue como una mochila-. El Universo no debería permitir este desequilibrio.

-Ya te escribiré escenas pornográficas, pero dame tiempo, no puedo hacerlo todo a la vez. Y ahora... ejem, ¿podrías irte con Klakla al cuarto de las escobas o debajo de la mesa?

-¿Eh? -Bufo echa un vistazo hacia abajo. El pantalón de tela negra y cinturilla elástica no le retiene el... la... esto... ya sabéis-. Ah, esto -exclama-. ¿Qué quieres? Klakla se me está restregando y yo no soy de piedra. Aunque alguna parte se me este poniendo dura.

-Ujijiji -celebra la Loca Suprema.

-Y dile a tu narradora que no sea tan pudorosa a la hora de describir mi empalme, ni que fuera la primera vez.

Ajem. Y Bufo y Klakla se van al cuarto de las escobas a... hacer cosas.

-¿Eres novata o qué? -plantea la Escritora.

M-Me acaban de transferir y... ¡No me despidas, por favor!

-Ay, su madre, esto es demasiado metaficcional.

Es culpa de Bufo, que tiene la manía de hablarnos a las narradoras.

-Ya, ya, siempre es culpa de Bufo. ¿Qué te parece si lo olvidamos y seguimos con la tercera pregunta?

Me parece bien. La Escritora echa un vistazo a sus notas y dice:

-Última pregunta. Para Kielan. Atena, si haces el favor...

Otra chica se pone en pie para hacer la decimotercera pregunta (en realidad podría ser la vigésima, ya que la gente tiene la manía de hacer dos o tres en cada turno).

-¿Cuál es tu plato favorito?

-Pues los hondos están bien, se pueden poner los bisturís y las pinzas manchadas en ellos -contesta Kielan con total seriedad, sacando risas entre sus compañeros.

-Se refiere de comer -le chiva la Escritora.

-Ah. Claro, qué tonto. Era lo más normal -admite-. Pues... ¿Sabes que he estado ocho años en una cárcel donde no dan de comer, que nos alimentan por vía intravenosa?

Atena asiente, lo sabe.

-Aunque, claro, no he estado toda mi vida en Redención... -medita él-. Antes me gustaba mucho la pasta; rica, fácil de hacer... Ahora, después de la cárcel, estoy redescubriendo nuevos sabores y texturas. Todavía no he decidido cuál es mi favorito. Eso sí, cuando me da uno de mis picos de Vesania soy capaz de volver al intravenoso para no perder tiempo comprando y preparando comida.

-¿Ya está? -quiere asegurarse la Escritora.

-Pues sí. Ya sé que no he dado el nombre de un plato favorito, pero sí que he dado los motivos y he contado algo de mi vida. Debería bastar.

-Umm, sí. Respuesta directa, concisa y clara. Así me gusta, Kielan.

El Doctor asiente y regresa tranquilamente a sus cosas.

-Pues nada, damos por terminado el chiringuito. En un par de meses abriré el plazo para hacer las preguntas para la tercera ronda. Todo el mundo a su casa, ¡venga!

6 comentarios:

  1. Que corta se me ha hecho esta entrega, estaban todos muy callados en general xD

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tendrían ganas de terminar y marcharse a casa (?)

      B: Oh, sí, me muero de ganas por volver a Redención ¬¬

      Eliminar
  2. Esto me pasa por preguntarles cosas a personajes indecentes. xDDD

    O por Dios, ese movimiento antinatural de Klakla aslkdjf

    ¡Pasta! *3* buena elección, Kielan.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mira que preguntarlo a V... Si es que te lo estabas buscando. Tenía que haber dejado que te sobara XD

      Klakla desafía mucho la física XDD

      *Kielan asiente*

      Eliminar
  3. Es todo demasiado divertido, siempre and you know it XD

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues esta parte me qeudó más flojita. Estaban todos cansados y querían irse a casa. Menos los que tenían que volver a redención e__e

      Eliminar