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miércoles, 2 de octubre de 2013

Rueda de prensa II (4ª parte)


Inicio: Rueda de prensa II (1ª parte)
Anterior: Rueda de prensa II (3ª parte)


(AVISO: Si normalmente en estas ruedas de prensa hay violencia, lenguaje obsceno y cosas políticamente incorrectas, esta parte se lleva la palma porque las preguntas que se hacen son directamente sexuales y van dirigidas a salidos desquiciados con pasados y presentes turbios. Todavía nadie se me ha quejado de que haga apología de nosequé, pero eso es porque prácticamente nadie me lee. Avisados quedáis.)

-Buenas noches, o días, lo que sea -saluda pasotilmente la Escritora-. Sé que la rueda de prensa se alarga más de lo que debería, pero yo le saco tiempo cuando puedo, mi Imperio es un bastardo exigente. Tomad asiento, por favor~

La Jefa espera mientras cada uno se coloca en un sitio, público a un lado de la mesa y personajes al otro lado.

-Veamos, la primera pregunta del día es... -la Escritora se queda paralizada, con los ojos fijos en las tarjetas recordatorias-. Joder -murmura llevándose una mano a la cara-. ¿Va en serio? -pregunta algo desesperada.

El público y los personajes la miran sin comprender, excepto una chica del primer grupo, que asiente dando el visto bueno.

-Bueno... -la Escritora suspira resignada-, dije que responderíamos a cualquier cosa que nos preguntaran, a no ser que fuera spoiler. Y no creo que pueda considerar que esto es spoiler... -mira la tarjeta con pesadumbre-. Vale, pues... la siguiente pregunta va para... Bufo.

El aludido suelta una risotada y se acerca a sentarse con familiaridad en la larga mesa separatoria.

-Joder, con la cara que has puesto, ¿qué ha preguntado la loca esa, cuántas tías me he follado en mi vida o algo así? -pregunta de buen humor.

-Algo así... -murmura con cara de que aquello la incomoda-. Pero antes de la puñetera pregunta, la presentación de rigor.

-¡Pero si ya me conoce todo el mundo!

-No sé, por si aparece que alguien perdido, atraído por el morbo -le responde antes de volverse hacia el público-. Como ya he dicho en anteriores ocasiones, Christopher, alias Bufo, podéis encontrarlo en...

-Tenías que llamarme por mi nombre de pila completo -se le escucha rumiar.

-Mi Chriiiiiiistopher -dice una loca en particular con voz de acosadora peligrosa y se abre paso entre la multitud de personajes hasta él, mandando al suelo a unos cuantos que se le interponían.

-Podéis encontrarlo en Vencer al Infierno, como secundario de lujo...

-De lujo dice la tía -masculla él con Klakla aferrada a su cuerpo.

-También en Cuando menos te lo esperas...

-No sabes cuánto odio esa historia.

Klakla hace pucheros al escuchar aquello, a lo que él responde echándola en su regazo para rascarle la espalda como si fuera una gata.

-Y Eres Leyenda -logra seguir la Escritora-. Y con menciones repetidas en Una Terapia Peligrosa.

-Ésas sí que me gustan -opina Bufo mientras hace ronronear a la loca.

-Y a mí, juejuejue -añade Klakla restregándose contra el hombre de piel azul verdosa.

-Bien, y ahora que hemos hecho las presentaciones... Luli, haz tu preguntita -dice la Escritora apoyándose de lado, como si quisiera ser una espectadora más.

-¿Cuánto te mide? -suelta la chavala sin más.

A Bufo se le escapa una risa atónita y, tras un par de segundos asimilando que algo así sea posible en el universo, suelta una carcajada por la que casi se cae de la mesa llevándose a Klakla consigo.

-¿En serio que...? Vamos, que me estás preguntando cuánto me mide la...

La chica asiente y él se ríe otro poco más.

-A ver, a ver, para que no haya confusiones -empieza, imponiéndose una careta de seriedad y recuperando la tarea de rascar y acariciar a su gata Klakla, que espera expectante la respuesta-. Lo que quieres saber es cuanto me mide la chorra, es decir, la polla, la picha, el cimbrel...

-Bufo -le reprocha la Escritora con un punto de histerismo.

-El pene, el pito -continúa él como si nada-, el manubrio...

-¡Bufo!

-¿He dicho ya polla?

-Diana -opta por decir la Escritora con fría rabia.

La punta de un cuchillo de trinchera se apoya en la espalda del recitador de sinónimos. Klakla reacciona envarándose enajenada.

-No te preocupes, sólo va a morir entre terribles dolores, luego lo recompondré con magia -avisa la Escritora.

-Ey, que yo sólo quería asegurarme -se defiende el amenazado sin inmutarse-. Que la chica no ha especificado e imagínate que está pregunta por cuánto me mide, no sé, la melena y voy yo y le respondo con las medidas de mi miembro viril -añade con una seriedad traicionada por una sonrisilla traviesa.

-Sí, claro -masculla la Jefa-. Lo que habría que preguntarte es, en la escala Mohs, cómo de dura tienes la cara.

-No lo sé, pero puedo decirte cómo de dura se me pone la antes mencionada -contesta junto con un serpenteo de la lengua.

-Por qué te daría yo el don de la dialéctica -se lamenta la Escritora-. Pero, dime, según la escala Mohs, cómo de dura. O si quieres -continúa antes de que él diga nada-, hacemos la prueba y vamos viendo si puede rayarlo una uña, el cobre, el acero y así hasta el diamante -reta con un brillo de locura que deja entrever de dónde han salido chicas tan majas como Diana, la Alcaidesa y Rotterdam, entre otras.

-¡KLAH! -grazna la loca totalmente en contra-. ¡Es mía!

-Voy a declinar la oferta -responde por su parte Bufo con tono educado-. Con una cicatriz en la polla tengo suficiente -añade al momento con acidez-. Diana, por favor, ¿puedes apartar tus herramientas de carnicera de mí para que me pueda concentrar? Gracias -canturrea cuando su espalda quedó libre de amenazas punzantes-. Veamos, ¿por dónde iba...? Ah, sí, que cuánto me mide. Pues... suficientemente larga como llegarte hasta el el fondo y suficientemente gorda como para que no te pudieras sentar en una semana -responde de carrerilla, antes de ser placado por Klakla en un ataque de celos-. No, espera, déjame terminar, que tengo más -pide debatiéndose por quitarse la lapa obsesiva.

-Tú siempre tienes más -murmura la Escritora.

Bufo logra que Klakla rote y se enganche a su espalda como una mochila para así poder mirar a la chica que había preguntado.

-Y eso que ahora tengo, ¿cuánto era, doctor, medio centímetro menos?

-Sí, casi medio -responde Kielan-.No pude hacer más, lo siento.

-Pues eso, todo lo que te he dicho y eso que ahora es medio centímetro más corta por cierto percance.

-Klaaaah -grazna triste la loca.

-Pero todavía suficiente para dar caña a todo lo que se me ponga por delante -remata con un ramalazo de alegre demencia.

Klakla deja de ser una mochila para sentarse en las piernas de él.

-Yo estoy delante -dice con ojos grandes, como si quisiera pedir perdón por el percance.

-Claro que sí -tuerce la sonrisa y la besa con pasión.

-Aw, qué bonito -dice otra entre el publico, con pelos de loca, tal vez la Okupa.

Se escucha una tosecilla significativa, de las que quieren llamar sutilmente la atención y recordarte hechos pasados y vergonzosos. Bufo gira la cabeza y se encuentra con Tristán, seguramente mirándolo con deseo tras la franja infranqueable de flequillo blanco, a juzgar por cómo se relame.

-Quita de mi vista, maricón, o a ti te daré caña con una barra de metal -le espeta, mientras Klakla alterna los bufidos de gato-pájaro protector y los soplidos para intentar levantarle el flequillo al redentor.

-Pff, cuánto odio y qué poca educación -refunfuña Tristán alejándose.

-Algún día te daré odio a ti -promete emanando asco.

-Ahora es cuando alguien salta con que esto es homofobia -comenta la Escritora.

-Pues al que salte con eso le arreo con la barra de metal después de usarla con ese cabrón.

-Tampoco hace falta ponerse así -masculla Tristán sirviéndose té en una mesa aparte.

-Anda y que te jodan con un dildo con pinchos -responde Bufo al instante-. Esto es algo personal, yo no tengo nada en contra de los gays que NO quieran soplarme la nuca, joder.

-Ay, que el pobrecito violador está traumatizado -se burla la Alcaidesa.

-A ti sí que te voy a dar con un dildo con pinchos, zorra del demonio.

La jefa del Infierno Gris suelta una carcajada perversa y desquiciada.

-Bueno, ya, calmaos -interviene la Escritora-. Luli, ¿estás satisfecha con la pregunta?

-Si no lo está, yo puedo dejarla satisfecha -se ofrece Bufo sin perder comba, recuperando la socarronería.

-La verdad es que yo esperaba con una cifra...

-¿Alguien tiene un metro por aquí? -pregunta él bajo las obsesivas caricias de Klakla-. ¿No? Pues podría usarla de calibre y así me dices hasta dónde...

-¡No! Eres miiiiío. Y tu calibre con muchos nombres es miiiiiío.

-Si yo lo digo porque la chica quiere saber -se excusa divertido.

-¡MÍO!

-¡Uaah!

Y del placaje que le hace, se caen de la mesa por el lado por el que el público no puede verlos.

-Bueno, Luli, hasta aquí la respuesta a tu preguntita. Pasemos a la siguiente. Que es para... Oh, vamos, ¿otra del mismo estilo?

-¿Otra para mí? -pregunta Bufo asomándose por encima de la mesa a base de fuerza bruta para contrarrestar el acoso de Klakla.

-No, para Cristina.

-Ah, para Cris -se carcajeó-. Ahora lo entiendo -añadió dejándose arrastrar a las profundidades bajo la mesa.

-¿Sí? -pregunta una mujer joven, cegada por una venda y con un uniforme de redentora más ceñido y abierto de lo normal, acercándose a la mesa a tientas.

-Cris, hay una pregunta para ti. Pero antes voy a decir que los lectores pueden encontrarte como personaje secundario molón y salido de Eres Leyenda. Otro más, quiero decir. Jeh. Y eso es todo lo que hay de ella, por el momento. Ya puedes preguntar, Shinku.

-Hace poco leí la tan famosa trilogía de Cincuenta Sombras de Grey -comienza otra chica de entre el público- y no pude evitar acordarme de ti.

-Oh, qué ilusión -exclama la redentora cegada sentándose con movimientos que hacen hervir la sangre de muchos hombres y alguna que otra mujer.

-Supongo que la conocerás y, sabiendo que te gusta leer no dudo de que habrá pasado por tus manos.

-Sí, sí, lo conozco, esos libros han venido con los últimos cargamentos transfronterizos -asiente.

-Bien, ¿Qué opinas sobre el libro y el fenómeno en sí? ¿Y de Christian Grey? -antes de dar tiempo a formular la respuesta, continúa confidente-. Imagino que dada tu experiencia... habrás probado muchas de las técnicas que en ellos se citan pero, ¿serías capaz, llegado el momento apropiado, de hacer firmar un contrato similar a tu pareja? ¡¡Una última cosa más!! -se adelanta entusiasmada-. ¿Con cuántas personas de Redención te has acostado?

-Tengo la sensación de que la gente no sabe lo que significa hacer UNA pregunta -rumia la Escritora recostándose en el atril.

-Uy, cuántas preguntas, y que entusiasmo, tanto que creo que me he acalorado -y con tal justificación, se suelta un botón más de la camisa morada de redentora, proporcionando buenas vistas de un generoso busto.

-Cristina, por favor, que estamos en horario infantil -le reprocha la Escritora-. Aunque decir eso después de la respuesta de Bufo no tiene mucho sentido... -admite con un murmullo.

-Pues que los niños buenos se tapen los ojos y los oídos -recomendó con voz melosa-, porque con lo que me han preguntado... Empecemos por el principio, ¿que qué opino del libro? Que es encantador, me recuerda a cuando era más joven -reconoce con una sonrisa nostálgica.

-Y prácticamente acabas de cumplir la mayoría de edad -musita la Escritora, como si le pesara.

-Oh, sí, desde que llegué aquí he tenido a gente pendiente de mí -responde como si a ella no le pesara nada, como si fuera tan lejano que ya no importara.

-¿Qué, Diana -empieza Bufo asomando de nuevo de detrás de la mesa-, sigues pensando que soy lo peor?

-¿A qué viene eso ahora? -espeta Matahombres.

-Yo nunca toqué a una niña, por lo menos hasta que cierta zorra me mandó a la Cámara de la Agonía por segunda vez. En cambio ella...

Diana inspira hondo y empuña con rabia sus cuchillos de trinchera, con la mirada fija en una mujer en concreto.

-¿Qué? -gruñe la Alcaidesa, tratando de mostrarse imperturbable.

-Mereces la muerte por asquerosa pederasta -sentencia apuntándole con una de las armas.

-¿Cómo te atreves a hacer semejante acusación? -brama rivalizando en furia-. Tú no tienes nada por lo que acusarme.

-Sólo porque soy demasiado salvaje e indómita para ti -gruñe flexionándose como un felino.

-Oh, qué mona, que puede decir palabras difíciles como "indómita". Casi pareces una persona.

Diana ruge por lo bajo y no es la única que mira con un odio indescriptible a la Alcaidesa.

-¿Permiso para cambiarme el apodo a "Matamalasperras"? -pregunta con los cuchillos dispuestos.

-Permiso concedido -dice la Escritora sin afección en la voz.

-¿Cómo qué..? ¡¡AAHG!

La queja de la Alcaidesa queda cortada por el brutal ataque de Diana, que la trincha y se la lleva por delante. Presos y buena parte de los redentores jalean entusiasmados o, como mínimo, amplían una sonrisa satisfecha.

-Pues ya he hecho mi buena acción del día -declara Bufo antes de volver bajo la mesa con su loca.

-Muy bien, sigamos con las preguntas. Cristina, estabas diciendo que 50 sombras de Grey te parece encantador -recapitula la Escritora, ajena a los gritos estertóreos y borboteantes de la mala perra.

-Oh, sí, un cuento para niños.

-Para niños como tú -murmura la Jefa.

-Aunque la verdad es que no he terminado de leerme la trilogía. La Alcaidesa me tiene muy vigilada y cuando estoy con otros... -Cristina se da unos toques en la venda-. Claro que, por lo que oigo -sonríe complacida-, cuando termine de responder quizás pueda irme al fondo a leer... o a ponerlo en práctica con algún voluntario -ronronea.

-Bien, pues termina pronto y vete a jugar. ¿Qué opinas del fenómeno?

-No puedo decir mucho del fenómeno, porque desde Redención sólo me entero por las cosas que ponen en las portadas, las recomendaciones y el número de ejemplares vendidos. Por lo visto le va bien, eso demuestra que a la gente le gusta el sexo. Pero sospecho que para algunos será su única vía de escape, en vez de lectura de entretenimiento, que es lo que es para mí.

-De acuerdo, la siguiente pregunta era... ¿cuál era?

-Que si, llegado el momento adecuado, le haría un contrato de ese tipo a alguien -recuerda Shinku.

-Yo es que no lo necesito, los chicos, y las chicas -se regodeó al dar esa información-, vuelven por si solos. Y, además de que la Alcaidesa no permitiría que hubiera más contratos que los suyos, lo que yo ofrezco y busco es libertad y placer. El Infierno ya nos tiene suficientemente sometidos, eso se lo dejo a las amas de casa aburridas -remata con alegre desdén.

-Respuestas directas, así me gusta -celebra la Escritora-. Vamos a por la última: ¿con cuántas personas de Redención te has acostado?

Cristina deja escapar una carcajada cantarina.

-Con menos de los que me gustaría. A los presos no me dejan tocarlos, aunque ya me las he apañado para catar a alguno -reconoce traviesa.

-Tú y yo lo tenemos pendiente -dice un brazo verde azulado surgiendo de detrás de la mesa.

-¡Klaaah! -se queja una mata de pelo despeinada.

-Un trío, Klakla. Vamos, ¿como regalo de cumpleaños? -se le escucha preguntar zalamero.

-Nuh.

-Joder, Klakla, sois las únicas tías que me echaríais un polvo, déjame disfrutarlo. Por favor.

-Ni en sueños -dice con un tono de voz muy propio de alguien que está poniendo morros.

-Eso me subiría el ánimo, los años en Redención pesan y...

-¿Por qué no puedes ser monógamo como la gente normal? Ah, olvidaba que no eres normal.

-Klakla, por...

-Eres un sapito. Sapito guapo.

-Te lo estoy rogando -hace ver con un tono de voz propio de alguien que está siendo sobado obsesivamente-. Hace siglos que no le ruego nada a nadie.

-Si te vas con otras, me pondré triste -se oye musitar a Klakla.

-No me voy con otras. Nos vamos con otras. Y, si quieres, para compensar, podemos irnos luego con otros. Después de por las cosas que he pasado, ya no hay nada que me espante.

-Oye, si estás abierto a...

-No, Tristán, tú me caes mal y te odio por ser un capullo sádico. Eso es lo que me molesta, no el que sea un bujarrón -declara una impetuosa mano azul verdosa tan sólo con el dedo corazón alzado.

-Riss es tu amigo y...

-Y el día que intente sodomizarme lo empalaré con una barra de acero, ¿entendido?

-Sólo intentaré sodomizarte el día que parezcas una tía buena -intervine un preso tuerto y entrado en edad-,y de momento no te han salido tetas -añade socarrón.

-Chicos, dejad esta bonita discusión para detrás de las cámaras-corta la Escritora-, la pregunta es para Cristina.

-Si mi sapito tuviera tetas, serían mías -le asegura posesiva Klakla a Riss.

-No me molesta, me encanta escucharles hablar, son muy divertidos y me ponen cachonda. Si por mi fuera, me llevaría a mi sala de juegos a Bufo...

-¡KLAH!

-A Klakla, por supuesto. A Riss, a Tristán...

-¡Agh! -escupe el último aludido.

-Cariño, porque haya mujeres que te hayan tratado mal, eso no significa que todas vayamos a ser malas.

-Permite que lo dude -responde con asco el redentor de pelo blanco y largo flequillo.

-Puedo encontrar qué es lo que te gusta y...

-Eso es imposible, eres una mujer -sentencia como si fuera un crimen grave.

-No seas, bobo, ya verás como te gusta -promete buscándolo a tientas-. No me quitaré la venda, te lo juro.

-Redención está lleno de acosadores que no aceptan un "no" -rumia la Escritora.

-Me lo vas a decir a mí -ríe Bufo trepando a lo alto de la mesa, sin camiseta, con el pelo revuelto y una mochila humana, o lo que sea Klakla, enganchada a la espalda.

-Sí, ya. Cristina, ¿has terminado de...?

-Tristán, querido, no huyas, la venda podría caérseme con tanto ajetreo -canturrea siguiéndolo por el oído.

-No me jodas, zorra.

-Eso es precisamente lo que quiero -alarga los brazos hacia él, que se defiende intentándola trinchar con un tridente, en plan Poseidón.

Si Cristina no acaba con las tripas fuera es porque otro redentor tira de ella bruscamente para apartarla de la trayectoria.

-Déjalo, Cris, no vas a convencerlo.

-¡Dämon! -exclama ella encantada, echándole los brazos al cuello-. ¿Y vas a ocupar tú su lugar?

-Un momento, tengo que hablarlo con la Jefa.

-Pues, por lo que he escuchado, parece que Diana la ha reducido a carne picada.

-No, la jefa no. La Jefa.

-Dime -habla la Escritora.

-¿En qué momento se supone que estamos?

-Al final de Lirio de Sangre - Odisea, día arriba día abajo, según nos interese.

-Entonces todavía no estoy con Inna, ¿verdad?

-Pues... todavía tengo que escribir esa historia para fijarla en el tiempo, pero Inna llega el 4 de julio y ahora estaremos sobre el 20 del mismo mes. No sé cómo se rápido os liareis, pero si la chavala tiene que deprimirse hasta intentar suicidarse...

-Entonces digamos que todavía no.

-Sí, puedes irte con Cris, tú eres libre para hacerlo por el momento -concede la Escritora-. Pero ten en cuenta que tienes que estar empezando a preocuparte por la novata.

-De acuerdo, lo comentaré con Cris junto con el cigarrillo de después. ¿Vamos?

-Ilul, ¿te vienes tú también? -ofrece la voluptuosa mujer.

Antes de que Dämon le ponga pegas a la idea del trío, el aludido responde:

-N-No, yo voy a pasar -murmura un chaval rubio, con uniforme de redentor también.

-Oh, vamos, con lo bien que nos lo pasamos.

-No es por ti, es por...

-La jefa ahora no está, tranquilo.

-Pero se enterará y... -el chaval se estremece aterrado.

Dämon le echa una mirada asesina a Tristán.

-No estoy orgulloso de eso, ¿vale? Ella me obligó -se defiende el redentor de pelo blanco y tridente de dominar los océanos-.Ni siquiera es mi tipo, pero era él o yo, lo sabes.

Dämon no responde, quizás sea porque considere que es pura mierda que no merezca ser respondida, o quizás comprenda lo que le dice Tristán, por mucho asco que le dé.

-Tranquilo, yo te quitaré ese trauma, ya verás -Cris acuna a Ilul entre sus grandes pechos-. Y la jefa no se enterará, porque ahora no estamos en su infierno y ella es salsa para espaguetis.

El chaval se deja llevar, embriagado por el generoso escote que lo asfixia.

-Oye, que a mí eso del trío no me hace -informa Dämon-. Mejor por turnos, ¿vale?

-Ay, mi diablillo, alguna vez tendrás que quitarte esos reparos de angelito. Hoy te lo paso porque Ilul está sensible y voy a dedicarle todo mi amor en exclusiva.

El chico rubio ríe por lo bajo como un idiota mientras los tres se alejan.

-Pues nada, fin de la jornada -anuncia la Escritora-. Estos chicos se enrollan tanto, hablando y entre ellos, que sólo podemos ir de dos en dos preguntas. Shinku, espero que hayas quedado satisfecha con las respuestas. Y la próxima vez (que no sé cuándo será) habrá más, pero no mejor, porque mi cerebro no a para más gilipolleces que éstas -se excusa encogiéndose de hombros-. Pero antes de cerrar el chiringuito, quiero dejar aquí una ilustración que me encanta. Ya tiene unos años y seguro que la autora le saca fallos por todas las esquinas y me insulta por ponerlo, pero para mí tiene un morbazo tremendo. Éstas son las ilustraciones que me encantan. Señoras, señores y engendros variados... -enciende la pantalla plana que hay suspendida tras la mesa.


-2 sides of madness, el dibujo que me hizo la Okupa (saluda, Okupa) para el relato Cuando menos te lo esperas. Lo adoro, tengo fetichismo por la locura (entre otras cosas) y esto es asdsfgs. Aquí os dejo el original.

-¿Qué demonios significa "asdfgs"? -cuestiona Bufo.

-Que es genial, que me encanta, que quiero más ilustraciones como esta con todos los personajes... Todo eso, condensado en una serie de ruidos inconexos y babeantes. ¿Satisfecho? ¡Venga, todo el mundo fuera o saco las mangueras de agua a presión! -grita antes de que Bufo tenga tiempo de soltar alguna de sus burradas.

Y la sala de conferencia se va desalojando poco a poco, hasta quedar libre de locos, hasta la próxima reunión de dementes desquiciados.


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6 comentarios:

  1. Las que se arman en la sala... xDD
    ¿Damon en un trío? D:

    Simone se siente celosa. xD

    Y oh Dios mío, esas preguntitas askdjflas
    Me ha encantado lo de la Klakla mochila. xD

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    1. Esto es un descontrol XD
      Que conste que él no quiere, y con el hermano de Eli... como que no XD Pero parece que está de suerte.

      A este paso Simone va a ser otra acosadora más, contrólala o se irá por el mal camino XD

      La gente no tiene vergüenza, ¿cómo pueden preguntar esas cosas? Mis amigas están muy salidas XDD
      Lo de la mochila es muy propio de ella, creo que, aparte de gata y pájaro, también tiene algo de koala XDD

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  2. Que monos son todos. Son tan monos como depravados.
    Lo de Damon me ha matado, lo sabes xD

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    1. Es algo normal el Lirio que sean monos a la par que depravados XDD

      En cuanto al Tiempo de la Sala de Conferencias... es muy divertido que sea tan flexible ^^

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  3. Cris, Damon, os amo! AHH! *tira un par de bragas*

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