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Tiendas en las que encontrar Lirio de Sangre

He empezado a llevar Lirio a las tiendas a las que tengo acceso y voy a hacer una lista para que sepáis dónde podéis pillarlo. AVISO: Só...

sábado, 4 de diciembre de 2010

El búnker 5

-Era Ismael-Px –informó Cirkadia doblando el móvil por la mitad (no lo ha roto en plan bárbaro, tiene un modelo así)-, que viene para aquí y quiere que manda a mi mejor Generala.
-Será un placer –se relamió Violet-kill jugueteando con uno de los puñales.
-¿Entonces dices que sales por el conducto de ventilación?
-No me fastidies, niete, eso no es cool.
-Ais, cool, cool, esta juventud… -refunfuñó yendo al panel de mandos-. Ponte la máscara de gas, que la niebla biocida sigue en el pasillo. Voy a levantarte las puertas lo justo que pases rodando, ¿vale?
La sádica y sanguinaria joven asintió conforme. Una de las pantallas mostró que una bengala había estallado en el cielo oscurecido por las nubes de tormenta y humo de explosiones, formando la cara sonriente de un gato.
-Diría que es la señal. Buena suerte, General –se cuadró y le hizo el saludo militar antes de disponerse a desactivar los láseres y levantar unos palmos los portones de acero.
-No la necesito, tengo puñales –respondió con una sonrisilla psicópata devolviéndole el saludo y poniéndose en posición como los velocistas.
Las planchas de metal se alzaron y Violet-kill se lanzó de cabeza contra la interior, echándose a rodar para internarse en la nube asesina. Gracias a la cámara de la puerta pudieron ver cómo, escasos dos segundos después, surgía de la densa niebla al igual que un zombi nazi, en uniforme y con ansias de matar, pero más rápida, letal y lanzadora de cuchillos además.
-¡Nenaza! –le escucharon decirle a DKusa, que estaba recostado contra la pared de la montaña, también con pintas de zombi, pero por la ropa desastrada, las heridas, los movimientos lentos y la mirada perdida a causa del cansancio.
-Eh… que llevo días aquí… luchando –jadeó apoyado en su katana.
-¡Que eres un puto blando! –le soltó una patada en el estómago para espabilarle al tiempo que degollaba a los atacantes, riendo al salpicarse de sangre.
-¡Gracias por despejarme! –exclamó él más fresco que una lechuga iceberg (peligro: chiste malo).
La joven gruñó por lo bajo si se lanzó por el precipicio sin dar explicaciones. Aterrizó en pose felina un porrón de metros más abajo, fracturando la tierra bajo sus botas. Al erguirse vio el imponente tanque que estaba plantado ante ella y babeó por cada molécula de acero de aquel trasto de la Segunda Guerra Mundial.
-¡Vosotros! –se subió encima y golpeó la tapa con el tacón-. ¡Que sepáis que cuando vuelva me quedaré con esta preciosidad! ¡TIENE QUE SER NUESTRO! –bramó lanzándose a la carrera hacia el punto desde que había sido lanzada la bengala del gato sonriente.
****
-¿Qué ha sido eso? –se preguntó Kastarnia en referencia a los golpes que habían sonado en el techo de su tanque.
-Alguna de las locas que pululan por aquí –respondió su marido sin levantar la vista del ordenador.
-¿Cómo va el hackeo?
-Pues esto ya casi está… -dijo orgulloso tecleando a toda velocidad, pero entonces…-. ¡¿Pantallazo azul?! P-pero cómo…
****
-Angelito… -murmuró Cirkadia viendo a través de las cámaras el rastro de sangre que iba dejando Violt-kill- caído –terminó desviando la mirada hacia un aviso de peligro-. ¿Pero qué…? ¡Me están hackeando! ¡Rachelmon, ¿qué hago, qué hago?!
-¡No sé, no sé!
-¡Que alguien le ha mandado la orden de levantar las puertas!
-¡Dale a cancelar!
-¡No puedo!
-Deja que mire… ¡Puto trasto, responde, no te quedes bloqueado!
-¡Kyaaaah! ¡Que todavía no he terminado de pasar a limpio, joder! –gritó presa de la histeria.
-Espera, espera, que creo que ya…
Pero Cirkadia vio como la plancha de metal empezaba a alzarse y, ni corta ni perezosa, desenfundó la katana y la lanzó para ensartar el panel de mandos junto al portón. Hubo un chisporroteo, las luces parpadearon y la mitad de las televisiones se quedaron en pantallazo azul, pero las puertas se desplomaron.
-Fiuuu –resopló aliviada-. La que he liado… ahora no vamos a poder salir hasta que no revienten la puerta.
-Con el empeño que le están poniendo, no tardarán mucho.
-Bueno, hasta entonces hagamos cosas útiles. Yo voy a ponerme a pasar a limpio el decimotercer capítulo. ¡Tú trabaja también!
-Kyu, kyu.
Haciendo oídos sordos a las amenazas, golpes, explosiones y masacras cada una se centró en su ordenador. Tras horas de duro trabajo, Cirkadia ya tenía tics en eñ ojo izquierdo, volvía a reír como una psicópata y se había levantado un par de veces para morderle un brazo a Rachelmon porque se aburría. A pesar de acabar delirando con espantosos y puros unicornios del país de la piruleta, consiguió transcribir las 15.147 palabras.
-Me quiero morir –lloriqueó arrastrándose por el suelo como una lombriz.
-Mira, ven a ver la tele –le dijo Rachelmon, que comía palomitas frente a las pantallas de videovigilancia.
-Mirar a la gente que me agrede… sí, son graciosos… si pudiera verles… -la pobre mujer sufría el Sindrome Especial de la Mirada Errante y sus ojos no dejaban de bailar cada uno a su son (no, mejor no la miréis a la cara, que da yuyu).
-Acaba de aparecer una nueva, va con motosierra.
-Descríbemela –pidió rodando por el suelo, lo que viene siendo hacer la croqueta.
-Puesss, alta, delgada, pelo castaño… Seguro que te gustan sus botas, le llegan hasta la rodilla, lleva los pantalones por dentro de ella.
-Suena bien –consideró haciendo el pino-puente-. ¿Dices que va con motosierra?
-Motosierra que dispara.
-Aaaah, entonces LadyDarkDragonfly –se dejó caer el suelo-. Joder, qué nombre más largo, tendré que acortárselo como a Ghost. ¿Y qué hace? –preguntó mientras le mordisqueaba un codo a su amiga.
-Trata de cortar la puerta exterior con la motosierra mientras ríe como loca, le ha hecho un par de arañazos.
-Ajá –regresó a su escritorio reptando como una serpiente-. Bueno, pues voy a ponerme a rerererevisar el primer capítulo –trepó a la silla.
-¡Pero si ni siquiera ves!
-Bah, algo apañaré… “Amanecía ya cuando apareció por la avenida empedrada custodiada por robles…” Jijiji, a la gente le sorprende el principio con trampa.
-Oooh, pues si ellos supieran, ujiji.
-Shhh, calla, calla –le chistó con complicidad-. “casi tan ancianos como mi Maestro. Yo me disponía a ir…”
Así transcurrió otra hora de intensa revisión.
-Oye, te informo que Violet-kill e Ismael siguen zurrándose, por si te interesa saberlo –dijo Rachelmon.
-Menudas bestias pardas… Menos mal que una está de mi parte –se presionaba los ojos en un intento de reducir el dolor provocado por tantas horas de ordenador.
-Boooh, pero van muy lento.
-¿Podrías hacerlo mejor tú?
-Kyapún –respondió incoherentemente poniendo ojitos adorables.
-Ag… A revisar el sexto capítulo –se restregó del borde de las cuencas oculares y se dispuso a seguir.
-¡Pero si estás llorando sangre!
-Bah, algo apañaré. Piensa que estamos con Apocalipsis y listo.
-A mí ese no me cae bien, prefiero a Bufo.
-Estás enferma… “Amaneció nublado, algo que Casandra celebró con una de sus más amplias sonrisas.” Anda vuelve a amanecer… En fin… “El viento soplaba del este…”
Ignorando los regueros escarlata que le bajaban por su mejillas, releyó, corrigió y reunió en un solo documento titulado “Lirio de Sangre: Odisea” las veintitrés partes del capítulo. Un chasquido inquietante fue lo único capaz de descentrarla de su martirio.
-¡Han abierto una brecha en la puerta exterior! –exclamó Rachelmon.
-Aaah… Control+G, guardar… sexto capítulo revisado… ahora…
-¿No te preocupa ni siquiera un poco?
-Todavía tienen que hacer frente al gas que hayan liberado, terminar de romperla entera, sortear los láseres corta-personas y romper la segunda, que si dura tanto como la anterior… Pues eso… que sigo pasando el decimocuarto capítulo…
-No puedes seguir así, ahora también te baja un hilillo de sangre de la boca…
-Tienes razón –suspiró-. Tengo hambre, ¿me traes un filete?
-Tal cual, ¿no? Que no vea la sartén ni de lejos, del plástico al plato y ¡ñaca!
-No seas exagerada, échale un poco de aceite, sal y pimienta, anda.
-Lo que yo decía… Ah, y unos tanques están a punto de cargarse a Violet-kill e Ismael, ¿hacemos algo? –preguntó mientras iba a la despensa.
-Jeje, pobres tanques –tosió salpicando la pantalla de motas rojas-. Ag, que así no sé si he puesto las tildes o no. Sigamos… “Solo si me respondes mal a una pregunta…”

4 comentarios:

  1. Che no se que va a llegar primero... si la version en papel de lirio, o la de esta suerte de backstage que estas escribiendo aca, que tambien esta mas que interesante xD

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  2. Mmm a ver que más te puede hackear mi snowman xD talvéz consigue entrar en tu sistema y comenzar a descargar las versiones actualizadas jojo... así no necesitaremos entrar al bunker... mientras, iré a hechar una manita a los demás lectores... *abre la puerta del tanque, coje su espada y se arma de un par de pistolas y granadas por si acaso*

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  3. Hola ^^ canvié la contraseña y ya puedo utilizarlo ^^ (ya de paso, me hice un blog, pero no se como comentar con el perfil del blogger T_T)
    Violet-kill tiene razón, salir por el conducto de ventilación no es cool... Tu estado de salud empieza a ser preocupante... descansa un poco, que luego, cuando lleguemos al bunker tendras que enfrentarte a nosotros xD Porque sí, conseguiré llegar! (y podre ponerme delante de la estufita *ignora esta sobradada*)

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  4. Sabes que yo voy a aparecer con un bazoka y una kalasnikov al hombro, ¿verdad? Y sabes que llevo dos katanas al cinto, ¿verdad? Y sabes que doy patadas como panes, ¿Verdad?

    LO SABES, ¿VERDAD?

    PD: Y después de esto, me pongo a limpiar el bazooka.

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