-¡Cargue palas!
Un chisporrotazo eléctrico hace vibrar el ambiente cuando el poderoso voltaje llega hasta ellas. El hombre las coge y descarga sobre el pecho inmóvil. No hay reacción.
-¡Otra vez!
-Pero Doctor…
-¡He dicho que otra vez!
La enfermera obedece y carga de nuevo. Otro chisporrotazo brutal. Nada.
-¡Otra vez! No voy a rendirme, joder… No pienso rendirme…
-Llevamos intentándolo…
-¡QUE CARGUE!
En ese momento, un rayo impacta contra el laboratorio clandestino donde tratan de reanimar un paciente en estado más que vegetal. Estallan varias bombillas y quedan sumidos por la luz espectral que otorgan los sistemas de emergencia. Y en el silencio… un pitido rítmico comienza a sonar.
-Está… -el Doctor se pone en pie- ¡Está vivo! ¡VIIIIIVOOOO!
-Felicidades, Doctor –dice la enfermera, con el pelo encrespado-. Pero… -observa cómo el Blog se incorpora- ahora habrá que darle de comer, ¿no?